Los boosters IR eléctricos ofrecen la mayoría de los beneficios de los hornos infrarrojos de gas, pero con la ventaja adicional de un espectro de longitudes de onda más amplio (desde infrarrojo largo hasta corto), una capacidad inalcanzable con la tecnología de gas.
Implementamos estratégicamente arcos infrarrojos eléctricos en la entrada de hornos existentes que presentan limitaciones para alcanzar los objetivos de producción (incremento de volumen, procesamiento de piezas de mayor masa, etc.) o de calidad de acabado (puntos fríos, contaminación por polvo, curvas de temperatura fuera de especificación).
Su integración flexible permite la instalación tanto a la entrada del horno como en la sección convectiva, optimizando la adaptación a la configuración de su línea.
Conscientes de las diferencias inherentes a los procesos de pintura (base solvente, base agua o en polvo), en CSI desarrollamos arcos IR eléctricos a medida, basados en un análisis exhaustivo de su equipamiento actual, para lograr una mejora integral de su línea de pintura.
La independencia del sistema de ventilación IR respecto al aire del horno previene cualquier interferencia entre el horno existente y el nuevo arco de refuerzo IR, asegurando la estabilidad del proceso global.
La tecnología IR de CSI ofrece densidades de potencia líderes en el sector (hasta 700 kW/m², un valor excepcional para este tipo de aplicación), así como opciones de menor densidad para el tratamiento de piezas o productos sensibles a rampas de temperatura elevadas.
En sus líneas de pintura, el booster eléctrico puede aplicarse de forma homogénea sobre la superficie completa, similar a los hornos convencionales, o focalizarse en puntos específicos mediante una radiación precisamente definida, brindando un control total sobre el proceso de calentamiento.